La red estructurada es un sistema integral de transmisión de telecomunicaciones diseñado para una amplia gama de aplicaciones, como la transmisión de datos, voz y vídeo. Una red estructurada consta de componentes pasivos como cables de cobre, fibra óptica, tomas de corriente, paneles de conexión y otros componentes que conectan los puntos de distribución y los usuarios finales dentro de una infraestructura única y cohesionada. El cableado estructurado es un sistema de cableado universal de telecomunicaciones que proporciona flexibilidad y la posibilidad de ampliar fácilmente la red en el futuro.
Un cableado estructurado correcto es crucial para el rendimiento y la fiabilidad de las LAN. La calidad de la transmisión de datos, la minimización de las interferencias y la garantía de un funcionamiento estable de toda la infraestructura de red dependen de la correcta gestión del sistema de cableado vertical y horizontal. El diseño y la instalación correctos de una red estructurada permiten una transmisión eficaz de datos a velocidades adecuadas a las necesidades de los usuarios.
Las categorías de cableado estructurado determinan el rendimiento máximo y la frecuencia de funcionamiento de un tipo concreto de cable. Las categorías más comunes son
Los cables también difieren en el tipo de apantallamiento. La Categoría 8.2 ofrece métodos avanzados de apantallamiento que reducen aún más las interferencias electromagnéticas, permitiendo una transmisión de datos fiable incluso en las condiciones más exigentes.
Los cables RJ45 son el medio estándar para la transmisión de datos en las redes LAN. Los hay de distintas categorías, como 5e, 6 y 6a, lo que afecta a su ancho de banda y frecuencia de funcionamiento. Los cables RJ45 pueden ser apantallados (FTP) o no apantallados (UTP), lo que afecta a la resistencia a las interferencias electromagnéticas.
Elegir el cable RJ45 adecuado depende de las especificaciones técnicas de la red y de las necesidades de los usuarios. Para la mayoría de las aplicaciones de oficina, la categoría 5e es suficiente, pero para aplicaciones más exigentes, como la transmisión de vídeo de alta definición, merece la pena invertir en cables de categoría 6 o 6a.
Las tomas y las teclas son componentes clave en las redes LAN, ya que se utilizan para conectar los dispositivos finales. Elegir los componentes adecuados depende de la categoría del cableado y de las especificaciones técnicas de la red. Es importante que sean compatibles con los cables utilizados y garanticen conexiones fiables.
Los cables UTP (par trenzado no apantallado) y FTP (par trenzado apantallado) se diferencian por la forma en que están apantallados. Los UTP no están apantallados, lo que los hace más baratos y fáciles de instalar, pero menos resistentes a las interferencias electromagnéticas. Los FTP están apantallados, lo que los hace más resistentes a las interferencias, pero también más costosos y difíciles de instalar.
Los cables apantallados (FTP) ofrecen mayor protección contra las interferencias, lo que es importante en entornos con altos niveles de interferencias electromagnéticas. Sin embargo, son más caros y más difíciles de instalar que los cables no apantallados (UTP). Los cables UTP son más fáciles de instalar y más flexibles, pero pueden ser menos eficaces en entornos con altos niveles de interferencias.
Las tecnologías de cableado modernas, como los cables de Categoría 6a, admiten velocidades de transmisión de datos de alta velocidad de hasta 10 Gbps. Normas como la EN 50173 garantizan que las instalaciones sigan las mejores prácticas, minimizando el riesgo de interferencias y mejorando el rendimiento de la red.
La gestión adecuada del sistema de cableado estructurado es clave para el rendimiento y la fiabilidad de la LAN a largo plazo. Esto incluye inspecciones, pruebas y mantenimiento periódicos para garantizar que todas las conexiones están en buen estado y que el sistema está optimizado para transmitir datos a la máxima velocidad y con las mínimas interrupciones.